Cómo fomentar la participación en tus clases y conseguir que quieran ir al cole

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Esperar que el aprendizaje tradicional funcione para todo tu alumnado es algo así como esperar que la misma talla de jersey le vaya bien a todo el mundo. Eso es una de las cosas más bonitas de ser docente, y también es un gran reto: cada una de las personitas que tienes en tu clase es única. Por eso, las estrategias educativas no funcionan igual en todos los casos. 

Como docente, necesitas ir más allá, buscar alternativas para que haya participación en clase y conseguir que nadie se quede atrás. Y de esto va este post. 

Durante mis años como profe, descubrí algunos trucos que funcionan, que consiguen motivar de verdad al alumnado y que ayudan a subir sus notas. Incluso esos alumnos o alumnas que parecen estar siempre en las nubes y que nunca consiguen éxitos académicos pueden cambiar sus resultados.

Acompáñame y te enseñaré formas de despertar la ilusión en tus estudiantes, de motivar más y mejor, de potenciar la participación en clase. Cuando lo consigas, vas a ver cómo cambia también la relación personal con tu grupo, cómo se genera una relación de cercanía que no solo da sus frutos en lo académico. A final de curso, los padres y madres son tu familia y los niños son un poco tuyos también…

Vamos a conseguir que tu alumnado venga con ilusión al cole, hacer de cada día una aventura y lograr que recuerden para toda la vida no solo tus clases, sino tu figura como docente.

7 trucos para lograr más participación en clase

1. Habla del tema de interés del momento

El cole no tiene que limitarse a los contenidos curriculares. ¿Qué pasa en la tele, en el mundo? ¿Ha ganado el Madrid? ¿Está ‘la Rosalía’ arrasando con su nuevo tema? Hacer algún comentario sobre temas de actualidad te ayudará a conectar con tu alumnado. Se trata de hacer algún pequeño guiño, ¡ya sabemos que no puedes perder toda la hora hablando del Madrid!

También es importante conocer sus intereses. Puedes empezar tu clase preguntándoles qué tal ha ido el finde y qué han hecho. Eso genera confianza y apego contigo, algo que quizá no tengan con el resto de docentes. Y ese apego genera el engagement

Si estás empezando con el grupo y necesitas romper el hielo, prueba a preguntar: ‘¿Cuál ha sido el mejor momento del fin de semana?’. Seguro que todos quieren contestar, ¡es una pregunta irresistible! Además, te ayudará a descubrir cosas sobre sus vidas y conocerlos mejor. 

2. Prueba con elementos gamificados

¿Por qué crear una gamificación? Por una razón muy simple: motivar hacia el aprendizaje. Con gamificación consigues que enganche la asignatura que de entrada no gusta y genera rechazo.

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Por ejemplo, matemáticas, que es una de las asignaturas más odiadas. Está en tu mano conseguir que les apetezca la clase de matemáticas. En vez de ir a la fuerza, consigues que tengan ganas y que vayan con ilusión, además de mejorar la participación en clase.

Y no necesitas invertir mucho tiempo ni inventar grandes cosas para esto. Un truco que a mí me funcionó siempre muy, muy bien es convertir alguno de sus personajes favoritos en tu aliado. En mi caso, un Pokémon (Azul) les enviaba un email antes de las clases para darle las instrucciones del día siguiente. Te sorprenderá ver la cantidad de muros que se derriban con ese pequeño guiño a sus gustos e intereses.

Sólo tienes que crear una cuenta de correo con el nombre del personaje y enviar el mail a todo tu alumnado. Con eso ya consigues que se enganchen y quieran venir a clase. Tan sencillo como eso. 

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3. Usa contenidos transversales 

O aplica tus gamificaciones en proyectos donde haya que trabajar diferentes áreas. Esto tiene beneficios también para el equipo docente, porque potencia la coordinación entre profes de diferentes asignaturas. Buscar la forma de relacionar contenidos transversales favorece tanto la enseñanza como el aprendizaje.

Salir de la organización lineal del horario, sorprender y hacer que el aprendizaje no sea tan esquemático les encanta, les engancha más. La idea es ir más allá de hacer que escuchen un rollo en clase, lo suelten en el examen y se olviden al poco tiempo. 

Cuanto más completo sea el entorno gamificado, más se integrará el aprendizaje en el día a día del aula, y más se reducen las fricciones.  El aprendizaje se convierte en una experiencia más completa y enriquecedora. Ponte de acuerdo con el resto del equipo docente, ¡vale la pena!

4. Prioriza los objetivos ante el horario 

Este punto va en relación con el punto anterior. Te invito a hacer una reflexión: ¿qué será más fructífero, ceñirse al horario o conseguir un objetivo cada día

Como te decía, aprovechar el factor sorpresa y romper la organización lineal del horario es muy positivo, pero también implica dejar muy claros los objetivos del día. 

Aunque tu alumnado vea que el horario no se sigue y las asignaturas cambian, tienen que tener presente en todo momento qué queremos conseguir cada día. Escribe a primera hora el objetivo en grande en la pizarra: te sorprenderá cómo tu alumnado administra su tiempo cuando saben lo que se espera de ellos.

5. Dinámicas de trabajo en grupo y de cohesión de grupo

Esto es un clásico. Igual que funciona en las empresas, funciona en el cole. 

Piensa en la típica empresa innovadora que tiene en sus oficinas una mesa de ping pong o un billar. ¿Por qué gastan el dinero en eso? Pues porque está demostrado que hacer cosas diferentes de vez en cuando ayuda a concentrarse, se potencia la productividad. Todo el mundo sabe que hay que hacer descansos en el trabajo. 

En el cole, esa función la cumple el recreo, pero no es suficiente. No dejes que todo se limite a eso. Utilizar dinámicas de cohesión de grupo de vez en cuando ayuda a que el grupo trabaje mucho mejor.

Reserva un momento del mes, por ejemplo, una hora de tutoría para jugar con tu clase, y anúnciales que el día X ‘vamos a hacer algo diferente’. ¡Van a venir con una ilusión…! Si no lo has probado, puedes descubrir cosas sobre tu grupo. Por ejemplo, que les encantan los juegos de mesa.

PLANTILLA

Jumanlly

Por supuesto, sacarás aún más partido de los juegos si los relacionas con las materias. Prueba a usar el Tabú para palabras derivadas… Después de una sesión de juego, la explicación de la materia relacionada con eso entra mucho, pero mucho mejor.

6. Pregúntales qué les gustaría aprender

Conseguir que tu alumnado se ponga de tu lado y colabore contigo puede ser más fácil de lo que piensas. ¿Qué tal si les preguntas qué quieren aprender? Después tienes que buscar la forma de relacionar sus respuestas con tus contenidos académicos.

Esta estrategia está relacionada con el aprendizaje por proyectos: qué sabes y qué quieres saber.

Por ejemplo, imagínate que una respuesta sea ‘me gustan los robots’. Puedes utilizarlo para que aprendan las coordenadas. Si encuentras la relación entre lo que quieren aprender y lo que necesitas enseñar, van a ver que sus intereses te importan, y tendrán más ganas de ir a tus clases. Es más, ¡estarán contando los días que faltan para que toque tratar su tema!

PLANTILLA

Infografía robot

Tip extra

En Genially hay miles de plantillas de todas las temáticas. Úsalas para crear recursos educativos relacionados con los temas favoritos de tu alumnado… Las plantillas son muy fáciles de personalizar, ¡solo tienes que editar el lorem ipsum!

7. Dale valor a la asistencia en clase 

Este truco es especialmente útil en el contexto de la educación online, cuando es un reto lograr que se conecten. Pero, en cualquier caso y en cualquier contexto, es positivo que sientan que su presencia es importante. ¿Y cómo se consigue? Pues a través de la personalización del aprendizaje, los contenidos exclusivos y las recompensas. 

Con contenidos exclusivos, por supuesto, no me refiero a dejar materia curricular sin entregar a quienes no asistan, sino a planificar algunas acciones especiales. Si les anuncias esas acciones con antelación, verás como nadie se lo quiere perder. Y ese día especial que asiste toda la clase es el mejor momento para dar recompensas.

Además, si buscas formas de personalizar el aprendizaje con diferentes contenidos y diferentes ritmos, tus estudiantes no van a querer faltar. Se trata de conseguir que piensen que, si faltan a clase, se van a perder algo. 

Tú eres el truco más importante

En conclusión el mejor truco o recurso que puedes llevar a tu clases eres tú. Nadie conoce mejor que tú a tus estudiantes. Además, tu paciencia, tu cariño, tu pasión y en general tu actitud hará que toda la clase tenga ganas de volver al cole al siguiente día.

Todos estos trucos no son recetas mágicas. A veces, lo más elaborado puede no salir bien y lo más sencillo puede funcionar de forma increíble. Lo importante es que nunca pierdas la ilusión de generar esas ganas de ir al cole. Mañana tendrás otra oportunidad para volver a intentarlo. 

Un último consejo: rétales a superarse cada día, pero cuidado con la complejidad. Lo difícil frustra y lo fácil aburre. Sólo busca ese estímulo para tenerlos activos y con ganas.

¿Conoces otros trucos o actividades para potenciar la participación en clase que quieras compartir con la comunidad? ¡Compártelo en comentarios!

Fran Quesada
Fran Quesada
Un maestro debe estar siempre en constante aprendizaje. Siempre debe dejar un hueco para una experiencia más. Porque para educar, jamás se puede dejar de aprender.

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