EXT- GRAN BRETAÑA- DÍA:
Es 1950 y todo gira en torno a comprar y vender de forma masiva. El mundo está a punto de presenciar un cambio en el paradigma artístico, pero aún no lo sabe. Así nace el pop art. Como un revulsivo. Como una crítica social ante la realidad del momento.
La sombra de esta nueva corriente es alargada y se expandirá por el resto del globo terráqueo hasta 1980: Estados Unidos, Europa, Asia e incluso Oceanía. ¡Menudo viaje!
Y tú dirás: todo esto está muy bien, pero ya se han escrito 38567548 millones de post sobre el arte pop, tengo una copia de ‘Drowning Girl’ colgada en el bar debajo de casa y las ‘Latas de sopa Campbell’ están más vistas que el tebeo.
Y yo te digo que si quieres conocer más referentes, además de Andy Warhol, saber qué es el hamparte o, en definitiva, descubrir los entresijos de esta corriente contemporánea, te quedes en este post.
Las mujeres que cambiaron el pop art
Andy Warhol y sus cuadros sobre distintas celebridades, Roy Lichtenstein y las interpretaciones de sus cómics a gran escala, Keith Haring y sus grafitis… Todos ellos, además de ser los máximos exponentes del pop art, tenían algo en común: eran hombres.
Históricamente, las mujeres han sido invisibilizadas en todo lo que salía de los márgenes del hogar y el servicio materno o doméstico. Lo que no se nombra, no existe. Esto es así desde que el mundo es mundo y en esta nueva corriente la cosa no iba a ser distinta.
Por ello, aquí te contamos la historia de cuatro mujeres que despuntaron en el arte pop- y que igual no conocías-:
Corita Kent
Se llamaba ‘Sister Corita’ y ni era compañera de Whoopy Goldberg en ‘Sister Act’, ni pertenecía a ninguna prolífica Girl Band de los 80. Corita Kent (Estados Unidos, 1918-1986) era activista, artista, mujer y (agárrate, que viene el plot point definitivo) monja.
Sintió ‘La Llamada’ con toda la fuerza cuando cumplió 18 años e ingresó en una comunidad católica y romana de Los Ángeles, donde pudo compaginar sus estudios de diseño e historia del arte con obligaciones religiosas.
A principios de los 50, la serigrafía y ella se encontraron y lo demás es historia. Con esta técnica, la hermana Corita establece un lenguaje para comunicar lo que llevaba dentro, combinándolo con papel, publicidad, telas, envases, collage, colores vibrantes, escritura a mano alzada, tipografías histriónicas y un laaaargo etcétera.

Su estilo también está muy marcado por una suerte de imágenes sobre la cultura de masas, el consumo y, cómo no, la espiritualidad. Los eslóganes y las citas bíblicas iban de la mano en sus creaciones y su obra siempre estuvo salpicada por la justicia social.
Tras renunciar a sus votos en 1968, acabó apareciendo en revistas como Life, Newsweek o Time y artistas como Saúl Bass o Alfred Hitchcock reconocieron, con los años, que la obra de Kent les inspiró muchísimo en sus creaciones.
Rosalyn Drexler
Guionista, dramaturga, artista, exluchadora profesional… intentar clasificar a una figura como Rosalyn Drexler (Estados Unidos, 1926) dentro de un movimiento es como pretender que Dua Lipa no saque solo temazos: misión imposible. Una caja de crayola, póster y varias visitas a museos de arte contemporáneo fueron suficiente para que se hiciese un hueco en la pintura.

En 1961 empieza a interesarse por el arte pop. Bebía de revistas y periódicos para luego pintar sobre ellos con colores saturados y brillantes. Su trabajo era una fantasía contemporánea. Una expresión brutal de la realidad del momento. Una crítica contra la violencia hacia las mujeres, hacia el racismo y hacia la alienación social.
Aunque siempre negó que su obra tuviese un trasfondo político y expuso en las principales galerías de arte pop en la década de los 1960 no obtuvo el mismo reconocimiento que sus compañeros masculinos, por lo que sea. Como curiosidad: también es autora de la novelización de la película ‘Rocky’, bajo el seudónimo de Julia Sorel.
Marisol Escobar
Le pusieron la etiqueta de ‘Amiga de Andy Warholl’, pero ella era mucho más que eso. Aunque a día de hoy la figura de Marisol Escobar (Francia, 1930- 2016 ) ha caído en el olvido, fue una de las artistas más respetadas en el Nueva York de los 70 gracias a ella misma.
Marisol Escobar hizo una feroz crítica sobre el capitalismo durante toda su obra y, aunque sus trazos, composiciones y figuras trascienden cualquier corriente concreta, se la conoce como uno de los rostros más prolíficos del pop art.

Nació en París, creció en Caracas y se independizó en Nueva York, a los 20 años. Cuando tenía tan solo 11, La Escobar presenció el suicidio de su madre y, entonces… Llegó el arte. Lo adoptó como un acto de rebeldía, una vía de escape, un búnker que la alejaba de la tristeza y mantenía su mente activa.
Pintura, composición, cerámica… No se le resistía nada, aunque, a mediados de los 50 descubrió que su corazón pertenecía a la arquitectura.
Los frutos más reseñables de su trabajo llegaron a principios de los 60, donde expuso su obra ‘From France’ junto a autores como Picasso o Duchamp en la exposición El arte del Ensamblaje, del Museo de Artes en Nueva York (MoMA).
Evelyne Axel
Glamour, sexualidad femenina y disrupción. Si hubiese que describir la obra de Evelyne Axel (Bélgica, 1935-1972) con tres adjetivos serían estos, sin duda. Su paso por el mundo del arte empezó entre bambalinas: tras estudiar cerámica en la Escuela de Arte de Namur se pasó al arte dramático en 1954.
En 1964 Evelyne da un giro de 180 grados a su carrera, la pintura llama a su puerta y decide aprender del mejor surrealista. El dios al que todos rezan: René Magritte, que le ayuda a mejorar una técnica que estaría presente en buena parte de su obra, la pintura al óleo.

Lo de Axel era de traca para la época: mujeres voluptuosas, chicas poderosas, obras basadas en el homoerotismo, bien de brillo por todas partes, relieves, grandes carteles… Incluso desarrolló una nueva técnica pictórica para hablar sobre la sexualidad femenina: ‘la edad del plástico’, que se basaba en usar láminas de plástico en sus obras.
Su arte tuvo un corto recorrido, debido a su muerte prematura en un accidente de coche en 1972 (cuando sólo tenía 37 años). Dos años antes de fallecer pintó ‘Le Peintre’, considerado el primer cuadro en el que una mujer se pinta desnuda y como artista.
Como curiosidad, en 2016 el Museo de arte de Philadelphia censuró la obra de Evelyn que ves arriba, por ser ‘demasiado sugerente’.
Pop art o hamparte: el eterno dilema
¿Qué es hamparte? Preguntas mientras clavas tu pupila en mi pupila azul. Se trata de una corriente artística que nace de la palabra ‘hampa’ y la siempre controvertida ‘arte’. Un neologismo acuñado por el YouTuber Antonio García Villarán, para redefinir algunas obras que se caracterizan por proceder del ‘arte de no tener talento’.
Entre las corrientes con las que puede confundirse el hampartismo podemos encontrar algunas de las más irreverentes y, por qué no decirlo, complejas de entender: el arte abstracto, el surrealismo y sí, el pop art.
Los cinco mandamientos de la obra hampartista
Yo aquí he venido a hablar de hampartismo, así que te dejo unos truquitos, según Villarán, para saber distinguir entre una obra hampartista y una obra de arte:
- ¿Se ha fabricado en serie? ¿Podemos encontrarlo en el mercado común y se presenta como obra de arte? Es hamparte.
- Se trata de un objeto que se ha convertido en una obra de arte por el mero hecho de estar expuesto en un museo, ¿te suena? Pues es hamparte.
- Igual te sorprende esta, pero si está llena de colores e ideas manidas y no se necesita tener ningún tipo de talento para llevarla a cabo… Efectivamente, es hamparte.
- Si la obra se sustenta solamente en un texto filosófico que no tiene nada que ver con la obra en sí… Díselo, tata.
- Atribución de valores inexistentes a objetos que se venden en el mundo del arte y precios desorbitados, smells like hamparte spirit.
¿Cuál es tu referente favorita del arte pop? ¿Cuántas obras hampartistas conoces? Estamos deseando que nos lo cuentes en comentarios.